Y al menos hemos podido ir a verte | Por María Águila Castro Navarrete
Por María Águila Castro Navarrete
Y llegó el día. Llegó el día que todos deseábamos y a la vez temíamos que llegase: Tu día Madre de los alcalareños.
Cuando todo esto de la pandemia llegó veíamos tan lejano la posibilidad de verte tanto dentro de tu bendita casa como por las calles de Alcalá…
La Cuaresma y la Semana Santa no han sido nada fáciles . Algunas hermandades se quedaron sin poder rendir culto a sus Titulares en sus templos, los realizamos en nuestros hogares. Algunos incluso “montamos un pequeño altar”. Luego fueron llegando las estaciones de penitencia y tampoco.
Fueron días muy duros… Y por más que mi cabeza quería imaginar como si en esos días lloviera, no podía hacerlo…
Luego llegaron los cultos de Glorias y sus respectivas salidas, y tampoco…
Y es que Dios es el único que puede escribir nuestro destino.
Asi es cómo quiso que tus Cultos de Agosto fueran.
A primeros de año, los hermanos y devotos soñábamos con una nueva novena itinerante que no pudo ser por otras circunstancias. Pero Tú, Señor, quisiste a cambio podernos ofrecer este pequeño regalo. Vivir nuestra querida novena en la parroquia de Santiago. “Una novena itinerante” con parada en Santiago de diez días.
Este año no ha habido cuesta que subir. No ha habido el frescor especial de tu Santuario. Ese agua fresquita que nos espera, por que hasta ésa es especial.
No ha habido moñitas para guardar en recuerdo de este día. Ni tu himno cantado desde lo más alto de esta tierra.
No hemos ido a ensartar jazmines haciendo convivencia entre nosotros.
No ha habido palomas a las que mostrar a los niños que comienzan a conocer tu tradición…
Ni los rayos de sol apuntando del arco ojival a las nueve de la noche, la hora en la que tenias que estar asomándote a esa puerta que te embellece aún más.
Echaremos de menos escuchar la marcha Virgen del Águila…
Pero han sido días de muchas oraciones de acción de gracias.
Gracias por tenerte entre nosotros, por habernos protegido de todo este mal que nos ha tocado vivir y por el que aún estamos luchando.
Oraciones llenas de esperanza teñida del azul de tu manto color Alcalá y bordados en color albero de nuestra tierra.
Esperanza en un nuevo 15 de Agosto Alcalareño que todos esperaremos con ilusión y más fuerza que nunca.
Por que al menos hemos podido ir a verte, y con eso es con lo que yo me quedo.