Entrevistas

Vicente Romero: «Lo esencial es extender y potenciar la devoción a Jesús»

Apenas han pasado quince días desde que la junta de gobierno encabezada por Vicente Romero Gutiérrez tomara posesión en la Hermandad de Jesús, pero han sido dos semanas que han servido para recorrer los primeros pasos de un camino que será largo y cuyo fin parece muy claro: la cercanía con Jesús Nazareno. En una casa hermandad rebosante de actividad y hermanos trabajando, Vicente ha analizado para Alcalá Nazarena las primeras impresiones tras su llegada al cargo: Cómo se ha encontrado a la Hermandad, principales proyectos, sus preocupaciones o los pilares de la cofradía.

-¿Cómo se siente al ser de nuevo hermano mayor y, otra vez, de una de las grandes devociones de Alcalá?

Contento e ilusionado. Es una etapa más en mi vida cofrade. En la Hermandad de la Virgen del Águila fui hermano mayor durante 12 años, y desde hace 35 pertenezco de forma consecutiva a su junta de gobierno; ahora se abre un nuevo ciclo.

Estoy vinculado a la Hermandad de Jesús desde mi nacimiento, aunque solo he sido oficial de su Junta en un solo mandato allá por los años noventa, pero siempre he estado muy vinculado ya que durante 20 años he llevado los grupos de formación y catequesis. Nunca he faltado en la Hermandad.

-¿Qué espera de su junta de gobierno?

Están formados, son cristianos practicantes, devotos de Jesús y constituimos un grupo homogéneo y capacitado. Espero que seamos capaces de cumplir con los mandatos de las Reglas, fortalecer y ampliar la Institución.

Todos tienen una contrastada trayectoria en la Hermandad y son devotos de Jesús. La devoción y el compromiso conforman la pila espiritual que alimenta a la Hermandad, y por ahí irá el principal trabajo de la junta de gobierno en los próximos años. En esa línea deseamos construir un camarín en la capilla para besar el pie de Jesús cada viernes.

-Hablando de los próximos años, ¿cuál será la línea a seguir o los principales proyectos?

El compromiso con Jesús será la principal línea a seguir: Ir a verlo cada viernes, y orar:   darle las gracias por lo mucho que tenemos, pedid por nuestras necesidades y las de quienes nos rodean y formular un pequeño compromiso semanal. Ese debe ser el norte de la Hermandad, la devoción a Jesús, tenemos que trabajar para aumentarla.

Después, como decía, la construcción del camarín será el primer proyecto en el que se volcará la junta como obra inmediata. Lo demás vendrá después, acabaremos el paso del Señor, celebraremos el 75 aniversario de la Virgen, algunas reformas en el paso de palio… pero lo esencial será la ejecución de esa obra que será costeada por los fieles de Jesús.

Ya avisé cuando tomé posesión que no esperaran de esta etapa grandes obras materiales. Recientemente se han hecho grandes esfuerzos para aumentar el patrimonio material, tenemos unos magníficos pasos y grandes enseres procesionales, es hora de fomentar la obra espiritual.

-Habla de fomentar la devoción a Jesús, ¿tiene la sensación de que ésta ha disminuido?

Todas las devociones crecen y decrecen dependiendo de si se impulsan o no. La historia nos enseña que grandes devociones desaparecieron en Alcalá, como la del Santo Cristo de San Miguel, Vera-Cruz o la Virgen de los Ángeles. La primera obligación de esta Hermandad es fomentar e impulsar la devoción a Jesús.  Tenemos que conseguir que se multipliquen las visitas diarias a su capilla, con la recuperación de los viernes estamos en ese camino.

Estamos en una hermandad devocional y el núcleo debe ser la devoción a Jesús Nazareno, todo lo demás es accesorio.

– ¿Hablamos más de una devoción de todo el año que de una devoción de Viernes Santo?

Así es. Recuerdo de pequeño cómo cada viernes había un reguero de personas entrando en Santiago para visitar a Jesús, eso es lo que hay que volver a conseguir. Ese motor es el que da sentido y fortalece a la Hermandad.

-¿El mundo cofrade olvida la devoción?

Hay de todo, pero en ocasiones rozamos límites peligrosos si olvidamos los fines esenciales de una hermandad. Las cofradías no son ONG, ni peñas, ni asociaciones culturales, ni clubs recreativos o deportivos. Las Hermandades son instrumentos de apostolado, heterogéneas y singulares, pero si se desenfoca lo esencial, el cimiento, el resto termina tambaleándose.

-¿Pero era la devoción, es un aspecto que le preocupara antes de ser hermano mayor?

Sí. Siempre me ha preocupado, desde que tengo uso de razón. Si la devoción se concentra solo durante la cuaresma, o es un fuerte chispazo el día de la salida procesional y se relaja el resto del año; es obvio que hay que trabajar para equilibrarla.

Todo el mundo cofrade alcalareño conoce que nuestra Hermandad sufrió mucho hace ocho años. Esta situación también afectó a la devoción a Jesús, porque en su nombre no fuimos capaces de relativizar lo que nos separaba; pero ahora, en su nombre somos capaces de resaltar lo que nos une; y así superar aquella adversidad. Volvemos a tener mucha ilusión. La clave es Jesús.

Necesitamos a todos nuestros hermanos. Este barco es muy grande,  con 3.000 hermanos somos la institución alcalareña con mayor masa social, y necesitamos desplegar todas las velas, si los vientos soplan en la misma dirección, navegaremos a gran velocidad y en rumbo correcto.

-¿Cómo se ha encontrado a la Hermandad al tomar posesión?

La Hermandad tiene cerca de cinco siglos y todo está muy consolidado. Solo tengo palabras de admiración y agradecimiento para la anterior junta de gobierno y en concreto para su hermano mayor  Juan José Gómez Malagón, cristiano practicante y devoto de Jesús. Su trabajo al frente de la Hermandad ha sido ímprobo y tenaz. A nosotros nos toca seguir el camino.

– Volviendo a las preguntas personales, ¿qué le empuja a presentarse como hermano mayor?

Sinceramente no entraba en mis proyectos. Creía que al terminar mi último mandato en la Virgen del Águila, quedaba culminada mi etapa de hermano mayor; pero una serie de circunstancias y el apoyo incondicional de todos los grupos que forman la Hermandad, me hizo decidir. El impulso definitivo fue considerar que podía representar un proyecto que aglutinase a toda la Hermandad. Ojalá no defraude. No puedo ocultar que me siento satisfecho de la decisión tomada.

-Analicemos ahora dos aspectos de las hermandades, por un lado, ¿cuál es el papel de la juventud?

La Hermandad desde el punto de vista social es una plataforma de encuentro en la que todos nos igualamos, los de una ideología y los de otra, los que trabajan y los que no, los que tienen estudios y los que no, etc, y eso es muy positivo para la sociedad.

La juventud encuentra igualmente una plataforma de encuentro. Les damos unos valores esenciales de convivencia y unos valores formativos. Los hacemos partícipes de todos los momentos de la vida de la Hermandad. Ellos son el futuro. Casi toda la junta de gobierno actual pasó en su día por el grupo joven, yo mismo fui vicepresidente de la Junta Auxiliar.

-Y ahora toca hablar de la caridad…

La atención social es un aspecto clave en cualquier hermandad. Tenemos un ropero de rosa usada, limpia y en perfecto estado para atender casos de necesidad y otro con juguetes para niños. También colaboramos con AFAR y nuestra labor social va a apoyar el trabajo de don Manuel Ángel Cano, verdadera bandera de la iglesia social alcalareña. También colaboramos con Caritas de Santiago. Siempre será mejor aunar esfuerzos que abrir frentes nuevos, hay que potenciar lo que hay.

Espero que en los próximos años nuestra colaboración vaya a más y nos hagamos aún más presente en ese aspecto, pero como ya digo, será con el proyecto de AFAR.

-Ya hemos hablado de uno de los grupos que forman la Hermandad, la juventud, ¿considera que habría que tener cuidado con alguno en especial?, por ejemplo, muchos señalan que hay que tener un cuidado especial con los costaleros.

No hay que tener cuidado con ninguno si sabemos transmitirle que lo es realmente importante. Un amplio grupo de jóvenes que se compromete a ser costalero y sacar nuestras benditas imágenes, es un potencial de primera mano para la Hermandad, a nosotros nos toca ser capaces, creativos e imaginativos para hacerles ver cuál es la verdadera esencia de su esfuerzo; es decir, distinguir la esencia de la materia. Debemos tener un cuidado especial en acogerlos, en formarlos y en engancharlos a los viernes de Jesús. Hay que ofrecer y dar mucho, antes de pedir.

De forma similar hay que trabajar con los demás grupos que forman esta Hermandad; diputados, judíos, coral polifónica, junta auxiliar, equipo de priostía…

-Por otro lado, la hermandad cuenta con un amplio calendario de cultos, ¿con cuál se queda?

Me quedo con todos, pero es obvio que con la Función Principal y la salida procesional, aunque para mí tiene una significación especial el traslado de Jesús al altar.

A partir de ahora, apuesto por los viernes de Jesús, seguro que la constancia convertirá a estos viernes en un acto de culto esencial en la vida de la hermandad.

-¿Y qué momento elige de la madrugá del Viernes Santo?

A mí me gusta mucho la noche, la salida de Jesús, el prendimiento, la subida al Calvario… el Viernes Santo forma un todo y es muy difícil quedarse con un único momento, no tiene nada que ver la soledad de la calle San Sebastián con la vuelta gloriosa de nuestra Madre del Socorro por la Plaza del Duque.

-Hemos hablado mucho de Jesús, pero, ¿y la Virgen del Socorro?

La Virgen ha tenido un destacable incremento devocional en los últimos 50 años. También nos centrarnos en Ella. Su devoción seguirá aumentando en la misma medida que siga ascendiendo la de Jesús. En esta etapa de mandato tendremos especial atención a Ella, pues tendremos varios eventos importantes que organizar.
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– Aun así, la sensación que da es que la diferencia entre la devoción a Jesús y a la de la Virgen no es tan abismal como ocurre en otros lugares que centran su eje en una sola imagen.

Sí, y más en los últimos tiempos. Es indudable que los cultos específicos a la Virgen del Socorro como la Función del Viernes Santo, la sabatina, los cultos de octubre, o la Eucaristía de su festividad han impulsado mucho su devoción; y también la bellísima estética del regreso cada Viernes Santo.  En este sentido nuestra Hermandad ha trabajado muy bien. Potenciar la devoción a la Virgen del Socorro lo es también a Jesús y viceversa. Ahora nos toca asentar esa devoción, insisto en que las visitas los viernes a la capilla de Jesús, lo son también a su Madre del Socorro.

-Para acabar, ¿cómo le gustaría que le recordaran en el futuro los hermanos de Jesús?

No es algo que me preocupe. Terminaré siendo un cuadrito colgado en la sala de junta de gobierno, junto a otros muchos hermanos mayores. En la Hermandad se viene a servir, hay que ser limpio de corazón, olvidarte de egos y soberbias. El que está en la  Hermandad por devoción y compromiso está siempre y morirá  con las botas puestas. Me gustaría que me recordasen como un buen artesano, que con el instrumento de apostolado que es la Hermandad, y junto a su equipo, supo hacer una obra digna en beneficio de la Iglesia.