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Una fe que no tiene fronteras – Por el Pbro. Cristian Fco Uicab Tzab


El Padre Cristian era el sacerdote responsable y acompañante del grupo de pegrinos de México que se hospedaron en Alcalá con motivo de los ‘Días en la Diócesis’. Han transcurrido ya dos semanas de su paso por nuestra ciudad y aún el recuerdo perdura inalterable en la cabeza y en el corazón de todos los que compartieron con ellos algún minuto en aquellos tres días en los que se desarrollaron los DED. Con éstas, tras regresar de Madrid, y tras completar una JMJ inolvidable, el Padre Cristian nos envía una reflexión como forma de agradecimiento para que publiquemos en alcalanazarena.com.

Una fe que no tiene fronteras

Compartir la experiencia vivida de la JMJ es como retroalimentar el espíritu y fortalecer la fe; Son tantos detalles y experiencias que nos enriquecieron, que creo que sería imposible plasmar todas ellas en esta reflexión.

Los días de la prejornada en Alcalá de Guadaíra, fueron sin duda una inigualable preparación para el encuentro en Madrid.  Podría decir que la prejornada que vivimos entre ustedes nos ayudó a descubrir una Iglesia católica en toda su expresión, es decir, universal. Algunos de los jóvenes llegaron a Alcalá con incertidumbre y hasta cierto desánimo ya que en Madrid ya se escuchaban las voces en contra de la visita del Papa, pero la pedagogía de Dios es tan sabia que al final hizo pasar a los jóvenes del desánimo y miedo a la valentía de manifestar públicamente su fe en Cristo y en nuestra Iglesia.

Quisiera manifestar mi profundo agradecimiento a toda la comunidad de Alcalá, porque nos enseñaron a descubrir una fe que no tiene fronteras, una fe que se hace vida en la solidaridad y en la generosidad en la acogida. Para nosotros ustedes fueron el contacto más personal y cercano que experimentamos en España,  ya que la jornada fue más masiva y por lo tanto poco personal. Quisiera decirles:

1. Gracias. Por el trabajo realizado, antes, durante y después de la DED.
2. Gracias. Por su tiempo dedicado.
3. Gracias. Por su cansancio que no fue en vano ni estéril.
4. Gracias. Por la solicitud con que nos atendieron
5. Gracias. Por compartir sus tradiciones y cultura.
6. Gracias. Por abrirnos sus casas y compartir los alimentos.
7. Gracias. Por compartir las experiencias de aquellos lugares de sufrimiento que nos llenaron de  tanta esperanza de revalorar a nuestra Iglesia, que no solo es maestra sino que es una madre que cuida con solicitud a sus hijos que más lo necesitan.
8. Gracias. Por habernos hecho sentir que nuestra Iglesia es una sola familia.

Para mi una riqueza invaluable fue sin duda la presencia de los jóvenes de Alcalá, que con su generosidad, responsabilidad y alegría, hicieron de estos días una verdadera preparación para la JMJ. Para la pastoral juvenil de Yucatán la experiencia vivida entre ustedes nos ha fortalecido y enriquecido. No hay nada mejor en la pastoral juvenil que los mismos jóvenes sean los protagonistas principales para a traer y evangelizar a otros jóvenes. Lo vivido fue un verdadero envío para la JMJ que vivimos en Madrid.

Ponemos en las manos de María de Guadalupe todas las intenciones de los jóvenes y familias de Alcalá y de la archidiócesis de Sevilla.  Dios los bendiga y compense con creces todos los esfuerzos y recursos empleados. Sin duda alguna  los días vividos entre ustedes quedaran grabados en nuestra memoria afectiva, que involucra no solo la mente sino también el corazón.

Con afecto en Cristo
Pbro. Cristian Fco. Uicab Tzab
Coordinador diocesana de la pastoral juvenil de Yucatan