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Los Heraldos Reales recorren las calles en loor de multitudes

Los Heraldos Reales, enviados por Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, recorrieron ayer por la tarde las calles de Alcalá, anunciando la inminente llegada de los Reyes Magos y recogiendo las cartas de los niños y niñas alcalareños.

Fue éste un día grande, de Fiesta, en Alcalá. La chiquillería se echó a la calle, llena de ilusión, en compañía de sus padres y/o abuelos para poder entregar a los Heraldos las cartas que han preparado para su Rey Mago. Unos la entregaron para el Rey Melchor, el de la barba blanca, otros lo hicieron para el Rey Gaspar, el de la barba roja, y otros para Baltasar, el joven rey negro. En Alcalá, cada uno tiene su propio Heraldo. El Heraldo del Rey Melchor lo encarna José Herrera, montando una yegua torda hispano árabe. El Heraldo del Rey Gaspar es encarnado por Antonio López, que monta a un pura sangre español, castaño morcillo; y el Heraldo del Rey Baltasar es encarnado por el conocido forense, Manuel Rodríguez, a lomos de un precioso pura sangre castaño normal.

Todo comenzó en el patio del Colegio Salesiano, Ntra. Sra. del Águila. Allí se reúnen los beduinos de la Estrella y de los Reyes Magos, así como la Agrupación Musical del Santísimo Cristo de la Bondad, donde recogen los caramelos que repartirán a los niños y se disponen un año más a salir al encuentro de los Heraldos Reales. Allí, en ese querido patio salesiano, se desborda la alegría, todos saben cuál es su papel, que tiene como protagonistas a los niños. Todos saben, además, que en definitiva, la Cabalgata conmemora la Epifanía del Señor, del Niño Jesús.

El cortejo, sigue siempre el mismo recorrido: la Calle Mairena, la Plazuela, la calle La Mina, hasta llegar a la Plaza del Duque, lugar al que llegarán los Heraldos en sus majestuosos caballos, que llevan de apoyo al típico mulo panadero alcalareño, con las angarillas, donde se guardaba el pan candeal de Alcalá, imagen ésta, la del mulo, que nos recuerda cinco siglos de Alcalá, que llegó a ser conocida, como Alcalá de los Panaderos.

Por su parte, los Heraldos comenzaron la tarde con una visita muy especial, pues acudieron al Santuario del Águila, donde mora la Virgen del Águila, patrona del Alcalá, faro que guía a los alcalareños, en la oscuridad y la adversidad hacia la luz del Amor. Allí fueron recibidos por las Siervas del Hogar de la Madre, y recibieron de la Virgen del Águila la primera carta para los Reyes Magos: la del Niño Jesús. A continuación bajaron en soledad por la Cuesta del Águila y la emblemática calle José Lafita, hasta llegar a la Plaza del Duque. Los niños se asombran al ver a los Heraldos, pues ya están pensando en su Rey, en los regalos y juguetes que seguramente le traerán, porque han sido buenos, han estudiado, se han portado bien con sus padres, con sus abuelos, con sus hermanos, con sus compañeros del colegio. Y ello tiene su recompensa.

Desde la Plaza del Duque, el numeroso cortejo, subió hasta la Plaza del Barrero, llenando de alegría e ilusión las calles, en la que se ha encontrado con una multitud de personas deseosas de vivir pronto el Día de Reyes. En la Plaza del Barrero los niños pudieron disfrutar de “La Gan Fiesta Infantil” con Nacho y su Mundo Disney.