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La Virgen del Dulce Nombre brilló con luz propia en la mañana de la Candelaria

Cuando eran las once de la mañana comenzaba a salir el cortejo de la Hermandad del Dulce Nombre. El sol mostraba su luz firmemente en el pórtico de San Sebastián. Un año más la Virgen del Dulce Nombre para celebrar la festividad de la Candelaria salía en Rosario Matinal por las calles de la feligresía.

Este año demostrando una vez más el calor de su feligresía y el fervor de sus fieles y devotos que en gran cantidad la acompañaron en todo el recorrido. Una parroquia que junto a la Santísima Virgen celebraba la consagración de las familias.

Discurría por calle San Sebastián ante el frío mañanero del invierno un conjunto de monaguillos que habría el cortejo portando cruz y faroles seguido de miembros del grupo joven portando su insignia representativa y de la bandera concepcionista y estandarte corporativo de la Hermandad; todo ello acompañado de cirios y un grupo nutrido de gente y sobre todo niños que acompañaban al cortejo. Tras éstos el coro de la Hermandad que aportaba los cantos y la alegría un año más en el rezo del Santo Rosario.

Entre rosas y astromelias y ataviada con la saya popularmente conocida como “la torera” presidía la Santísima Virgen sus andas y en sus manos el Divino Infante ataviado con el traje de bautizo o cristianar, vestimenta típica para honrar la Presentación de Jesús en el Templo.

Tras las andas un numeroso grupo de fieles y devotos acompañaba a la Virgen rezando el Santo Rosario. Tras San Sebastián, se alcanzaba la calle Mairena donde el Rosario va despertando siempre aún más público que se une a las oraciones. Seguidamente la Plazuela que aporta esa nota de color y armonía con sus flores y palmeras y sin darse cuenta de nuevo en Casa.

Al finalizar el Rosario comenzaba la misa por la festividad de la Candelaria con una Parroquia abarrotada para celebrar dicha festividad junto a la Virgen.

Un año más por febrero la Virgen del Dulce Nombre nos regala esa alegría y dulzura previa a la Cuaresma y nos deja esas bellas estampas del sol mañanero resaltando sus mejillas y su sonrisa.