La lluvia desluce el broche final de los cultos a San Mateo
En San Mateo, tras la Romería, aún quedaba la llegada del día grande, el de su festividad el 21 de septiembre. Pero, como tristemente es habitual en muchas ocasiones, la meteorología no estuvo de parte de los cofrades, el día amenazaba lluvia y así fue.
Pese a todo, la procesión salió del templo a la hora prevista, pero, como anunció Joanna Peña antes de la salida procesional, únicamente se recorrería una parte del barrio, para así evitar que el agua se erigiera protagonista sobre cualquier otro elemento.
Aun así, pese a la intención de la junta de gobierno, el agua acabó mojando la procesión y la entrada en la iglesia hubo de ser más rápida de lo esperado.
Las lágrimas y la emoción contenida se hizo patente en la última levantá ya en el interior del templo y mientras que los devotos al Patrón entonaban la salve en su honor.
