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El Cardenal Fray Carlos Amigos Vallejo preside la profesión solemne de la monja clarisa Son Rosa María del Niño Jesús

El Emmo. y Rvdmo. Sr. Fray Carlos Amigo Vallejo, Cardenal Arzobispo Emérito de Sevilla, ha presidido, en el Monasterio de Santa Clara de Alcalá de Guadaíra, la ceremonia de Profesión Solemne de Sor Rosa María del Niño Jesús Mbiki Mbithuka.

Han actuado de padrinos: José María Gómez Pérez (Mai) y Mª Dolores Casal Soriano.

El Sr. Cardenal, en su Homilía, realizada como prevé el ritual, después de haber solicitado Sor Rosa María ser admitida en la Familia de Hermanas Pobres de Santa Clara, y antes de la ceremonia en sí de la Profesión, resaltó, entre otras ideas, cómo el Señor nos llama a cada uno de distinta manera, y en el caso de la neoprofesa, desde la lejana Kenya hasta este lugar de España que es Alcalá de Guadaíra, y también cómo ella aceptó la voluntad de Dios, al igual que hizo la Virgen María en su canto del Magníficat. Por eso, cuando miramos a una de estas hermanas, de las que añadió, todas se parecen tanto, estamos viendo el rostro de la Virgen María. Las Hermanas Pobres de Santa Clara viven el Evangelio en humildad y pobreza y destacan por su amor a la Eucaristía. Don Carlos, haciendo referencia al Año de la Misericordia, dijo que no hay mayor muestra de misericordia que la de Jesús que se hizo pan para alimentarnos.

Sor Rosa María del Niño Jesús se ha consagrado a Dios en medio de su Iglesia, tras haber experimentado el amor a su Esposo (Cristo) y el Don de su vocación. Tal y como testimoniaron los Seráficos Padres San Francisco de Asís y Santa Clara, desde el siglo XIII, ella ofrendó todo su ser a Dios, convirtiéndose en testimonio absoluto de vida franciscano-clariana, vivida en radicalidad, mediante los votos de pobreza, castidad, obediencia y clausura, como expresión de amor total a Cristo y su Iglesia. Para ello, conforme al rito de la profesión religiosa, la neoprofesa con su lámpara encendida, acompañada de las vírgenes prudentes que se mantuvieron en vela, se acercaron hacia el altar, testimoniando ante la Iglesia su total consagración al Señor en fidelidad, para toda la vida, y avanzar por la senda de la caridad perfecta según el carisma de Santa Clara.

La Hermana Clarisa Sor Rosa María emitió su profesión religiosa pronunciando la fórmula de su Profesión Solemne con las manos juntas entre las de su Madre Abadesa, Sor María del Águila Mateos Serrano, quedando así desposada con Cristo, que la eligió para sí. La Madre Abadesa de la Comunidad de Hermanas Clarisas de Alcalá de Guadaíra le colocó el anillo a la neoprofesa, para significar que ya es esposa de Cristo, al cual seguirá todos los días de su vida, con amor y entrega absoluta al Esposo, al cual se ha consagrado. Asimismo, auxiliada por la Hermana Vicaria, Sor Margarita (para Alcalá siempre Madre) le impuso la corona de Espinas para ser coronada con Cristo para toda la Eternidad.

La ceremonia contó con los bellos cantos de la Coral Polifónica de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, magistralmente dirigida por el Padre Manuel Ángel Cano Muñoz. En las ofrendas, las Banderas de Kenia y España, simbolizaron la vocación misionera, bajo la misma fe en un solo Señor y la colaboración fraterna que nace del amor de Cristo y profundiza más y mejor el carisma de San Francisco y Santa Clara en la Vida Fraterna.

Y terminó la ceremonia con el Coro cantando “Oh María”, mientras todos posaban su mirada en la dulce Imagen de Nuestra Señora Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia del Género Humano.

Texto: Juan Jorge García/Francisco Burgos

Fotografías: Francisco Burgos