Entrevistas

«Obligaré a los cofrades a que estén atentos para que escuchen lo que le dedico a sus hermandades»

Sinceridad, sabiduría, fe y amor. Esos elementos podrían definir a la perfección a Manuel Antonio Seda Hermosín, el hombre que nos anunciará lo que ha de venir y pregonará a la Semana Santa desde el atril del Riberas del Guadaíra el próximo Domingo de Pasión. A varios días del pregón, Alcalá Nazarena ha querido repasar con el pregonero diversos aspectos de las cofradías alcalareña y saber qué sentimientos reflejará en su texto.

Jesús Nazareno presente nada más cruzar el dintel de la puerta que da al bullicio de la Plaza de Villasís, así no cabe duda del alto grado de alcalareñismo que corre por las venas del pregonero. Y arriba, fotos de su hijo, que sin levantar un palmo del suelo, ya aparece vestido de nazareno de Jesús, como no, con el babero que mandan los cánones.

Para empezar, ¿quién es Manuel Antonio Seda Hermosín?

Soy un cofrade, que por razones de trabajo vive en Sevilla, pero que no pierde el contacto con Alcalá. Soy un católico convencido y practicante, y que considera que la Semana Santa no tiene sentido sin fe, aunque sí soy consciente de que puede ser un semillero inagotable de gente que se acerque a la fe, y eso a veces la Iglesia no lo sabe.

¿Cómo recibe la noticia de ser pregonero de la Semana Santa?

La noticia me la da un 27 de julio la presidenta del Consejo –María José Gravalosa-, que me plantea la elección y que después de todo me pregunta: “¿qué me dices?”. Después de esto, lo hablo con mi mujer y no tardo ni una hora en dar el sí.

¿Con qué se queda desde que se conociera la proclamación en agosto?

Me quedo con el día 15. Con la ilusión de la mañana cuando se da la noticia ante la Virgen del Águila. También fue muy especial la tarde, durante la procesión, cuando muchos alcalareños se acercaron a darme la enhorabuena. Realmente no pensaba que la elección suscitaba tanto interés.

Me quedo también con el trato directo que he tenido con todos los hermanos mayores de las cofradías o con el Miércoles de Ceniza cuando recibo a la Permanente del Consejo en casa.

Y por último, me voy a quedar con los momentos íntimos vividos para escribir el pregón. Ese examen de conciencia que he tenido que hacer para revisar todo mi historial cofrade: revisar álbumes, recordar experiencias, algo que me ha hecho echar alguna que otra lágrima… En definitiva he disfrutado mucho escribiendo el pregón.

¿Cuál es para usted el resultado del pregón una vez concluido?

Estoy muy contento con lo que he escrito. Hay partes que he conseguido una profundidad que, ya porque las he ensayado y mecanizado, pero que al principio me costaba no emocionarme cuando las leía.

¿Se siente vértigo al ser elegido pregonero?, ¿pesa la elección?

A mí no me pesa especialmente. Que te nombren pregonero es el mayor galardón que le pueden dar a un cofrade. Eso sí, quien no le tenga vértigo y respeto que no se suba al atril, pero será un honor poder desnudar mis sentimientos cofrades para toda Alcalá.

¿Ha escuchado alguien el texto?

Por fragmentos lo ha escuchado mi mujer, y ella lo ha leído entero porque ha sido quien me ha ayudado a las pruebas de impresión. Mis hijos han escuchado una parte muy concreta y me han pedido que no les desvele más.

Muchos cofrades de Alcalá no conocían su figura antes de saltar la noticia, ¿es esto un hándicap o una suerte?

El Consejo de Alcalá no va a elegir como pregonero a alguien que no conozca la Semana Santa de Alcalá. Probablemente no me conozca la gente joven, pero la de mi edad sí me conocerá. Sí es verdad que no se me habrá visto delante de todos los pasos constantemente, pero prefiero disfrutar de todas las fiestas de una manera más discreta.

En definitiva, no debe ser ni un hándicap ni una ventaja. El pregonero no debe ser juzgado por cuánto se le conozca antes de escuchar el pregón, se debe opinar mejor según cuánto haya sido capaz de transmitir con su texto.

De Jesús y de la Amargura, ¿por dónde le viene al pregonero la devoción a estas imágenes?

A los siete días de nacer me apunta mi abuelo a la Hermandad de Jesús, y no pudo antes porque tuvieron que esperar a que me bautizaran. Y este año cumplo los 50 años como hermano de la cofradía. Respecto a la Hermandad de la Amargura, me hago hermano por algo bien hecho. Me gustaba la seriedad de los cultos, la unción en torno a los pasos, todo… y aunque nunca he salido de nazareno, sí participo activamente en los cultos.

¿Qué recuerdo especial tiene junto a sus imágenes?

Con Jesús, muchos. Desde volver del Calvario de la mano de mi abuelo, a esas madrugadas de adolescente en las que mi por entonces novia, y hoy mujer, se preocupaba por si necesitaba algo. O ya por último, la primera madrugá con mi hijo en brazos desde el Duque hasta Santiago. Con la Amargura, tengo los recuerdos del traslado del Señor al paso cada Viernes de Dolores o los Jueves Santo ante el Monumento.

De la Semana Santa de Alcalá, ¿con qué se queda?

Con muchos, la Semana Santa de Alcalá está plagada de momentos llenos de luz, respeto, de unción… A mí me gusta hacerle mentalmente una foto mental al momento más especial de cada cofradía en sus estaciones de penitencia, y de cada una podría decirte un momento.

¿Qué le sobra al mundo cofrade actual?

Sobra gente que se arrima con ganas de medrar y que busca destacar de alguna manera. Pero todavía más,  le sobra también artificio, no puede haber Semana Santa sin fe, así sólo habrá una celebración folclórica, pero no será una celebración plena. Ahí debemos entrar nosotros para atraer a aquéllos que no tengan fe.

¿Y qué le falta?

Todo lo contrario. A veces creo que falta compromiso cristiano, generosidad con el hermano y caridad. Sé que es duro lo que digo, pero no debemos olvidar que la Semana Santa, ente todo, es manifestación de fe.

Volviendo al pregón, el suyo, ¿cómo lo definiría?, ¿clásico o capaz de romper moldes?

Clásico en el fondo e innovador en las formas. Clásico porque hablará de recuerdos, de fe, de momentos de emoción en torno a las cofradías. Y las formas serán innovadoras porque no seguirá ni el orden en la que salen todas las cofradías ni el cronológico de la Pasión. En mi texto obligaré a los cofrades a que estén atentos para que escuchen lo que le dedico a sus hermandades.

¿De dónde ha bebido para escribirlo?

Por un lado, 50 año de vivencias cofrades, y por otro, los muchos libros leídos, tanto en mi vida, como para la ocasión. He releído casi todos los pregones de los últimos 30 años de Alcalá, y otros tantos de Sevilla.

¿Algún nombre en especial del que haya podido empaparse más?

No, el pregón será el pregón de Manuel Antonio Seda. Sí puedo decir que me gustan diversos pregones, tanto por la forma de exponerlo como por el propio contenido. Por ejemplo, el segundo pregón de Montero Galvache en Alcalá es espectacular, con unos versos sensacionales.

¿Hay una medida temporal justa en el pregón?

Sí, y la marca el propio público. Entre una hora y cuarto u hora y media es para mí lo apropiado. Eso sí, a partir de los 45 minutos hay que saber reenganchar al público para que no se aburra.

¿Prosa o verso?

Ambas, en mi pregón habrá de los dos. Tanto prosa poética como versos.

¿Son necesarios los versos para arrancar la emoción  y el aplauso?

No, sólo hay que ver al reciente pregón de Antonio García Barbeito, que es una maravilla y que ni siquiera recibió aplausos del público. Eso sí, Antonio tampoco los buscó.

¿Cuántas horas tiene encima su texto?

Muchas, muchísimas. Desde que me dieron la noticia no se me ha ido de la cabeza en ningún momento. Tanto es así que me acostumbré a llevar una libreta en la que iba escribiendo todo lo que se me ocurría en cualquier sitio, aunque después no hayan entrado en el texto final.

¿Tienen su sitio las glorias en el pregón de la Semana Santa?

Sí, caben en el pregón, pero no se le puede dedicar el mismo tiempo que a las hermandades de penitencia, pero su sitio lo pueden tener perfectamente.

¿Caben los mensajes de compromiso religioso o de corte social dentro del pregón?

Cada uno es muy libre de dotar a su pregón del contenido que crea oportuno. Pero para mí, el pregón no debe contener contenido político ni contenido social. Sí debe tener contenido religioso, con presencia evidente de la Fe, pero no puede parecer una homilía. Debe ser una simple llamada al disfrute de la Semana Santa.

¿Por qué ‘Margot’ la marcha elegida?

Por mi estilo, me gustan las marchas de corte fúnebre, pero entendía que tampoco debía elegir una composición relacionada con ninguna de mis cofradías. Pero básicamente, también elegí ‘Margot’ porque le gusta mucho a mis hijos, y porque técnicamente es una marcha que es una joya.

¿Qué espera de su pregón?

Me daría por satisfecho si al salir del pregón escucho a la gente decir “eso que ha dicho el pregonero me ha pasado a mí”. Quiero que los cofrades se identifiquen con las sensaciones que exponga.

Por último. Pasan las doce del mediodía del 17 marzo y se sitúa frente al atril del Riberas del Guadaíra. Mientras abre las pastas del pregón, ¿de quién se acuerda?

Me acordaré de mi madre, que estará escuchándome desde la cama de un hospital. El Señor le privará de que su corazón se agite en demasía al escuchar algunas partes del texto desde las butacas del teatro.