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EN VÍDEO: La primera salida procesional del Soberano Poder

Pablo VI, 10 de marzo, año 2005. Atrás queda un largo periodo de sinsabores, trabajo y lucha. Lo que empezó como un juego de niños ahora tornaba en un asunto serio y, sobre todo, grande. Probablemente en aquel momento nadie imaginaba en lo que podría llegar a convertirse la hermandad con el paso de los años. O tal vez sí, que por San Mateo son dados a soñar, pero más aún, de cumplir sueños.

Pablo VI, 19 de marzo, año 2005, Sábado de Pasión. Ni un sol llevaba el Señor en la Parroquia cuando ya el barrio lo había hecho suyo. Miñarro lo había entregado en una tarde de Viernes de Dolores y los vecinos de Pablo VI lo acogieron como al padre que regresa después de un eterno periodo en el exilio. La ilusión, las ganas y la emoción contenida -o desbordante-, imperaban en el ambiente. Las promesas en otrora realizadas al aíre ya tenían un punto en común en las que mezclarse y cumplirse. Los problemas de aquéllos jóvenes impetuosos ya podían ser desmenuzados por unas manos que, aunque atadas, tendrían un poder inquebrantable.

Pablo VI, 19 de marzo, año 2005, Sábado de Pasión. Y hoy hace once años de todo. De aquella noche de Viernes de Dolores en la que la Parroquia de San Mateo se presentó inocentemente al Señor del Soberano Poder. Once años de un Sábado de Pasión en el que toda Alcalá conocería al Señor del Soberano Poder. Once años de una bendición que marcaría un hito en la historia moderna de las hermandades alcalareñas, no por la bendición en sí, sino por las formas, las gentes, las costumbres y la fuerza de los que daban vida a la Hermandad. Once años, en definitiva, de que Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder realizara su primera salida procesional por las calles de Pablo VI acompañado por una banda hoy extinta pero que dejó su legado para la posteridad musical de Alcalá, la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora de los Ángeles.

Y sirva este vídeo, falto de calidad audiovisual, pero enormemente cargado de calidad emocional, para recordar el Sábado de Pasión de 2005. Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder llegaba a la calle Pilar de Zaragoza, santo y seña de los que visten de crema y azul. Allí crecieron muchos, allí se forjó una devoción, y allí, aún en la actualidad, el derroche de sentimientos baña a quien quiera que sea el que disfruta del buen hacer de una cuadrilla gigantesca.