Entrevistas JMJ

“La juventud le da a la Iglesia una inyección de alegría muy necesaria”

Eugenia Rodrigo, Clara Gutiérrez, Milagros Corcuera, Clara Riavec y Candelaria Costa son cinco chicas argentinas, un pequeño porcentaje de las 90 que desde el jueves se hospedan en Alcalá y que preparan con nosotros los días previos a la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid. Rebosantes de alegría y siempre con una sonrisa dibujada en sus caras, estas peregrinas provenientes del Colegio San Pablo, fundado por el Padre Luis María Etcheverry Boneo, disfrutan de la primera de una larga lista de actividades que las mantendrán ocupadas durante toda su estancia en Alcalá. Tras disfrutar de las primeras horas con los ancianos, se disponen a contar para AlcalaNazarena y para todos los miembros de la JMJ sus primeras impresiones de su estancia en Alcalá, así como analizan la actualidad de la Iglesia vista a través del prisma de la juventud.

-JMJ: ¿Qué esperáis aprender en las actividades programadas?, ya que vais a visitar San Juan de Dios, donde tendréis la oportunidad de compartir momentos únicos con niños discapacitados, amén de la experiencia que ya habéis vivido con los ancianos de la Residencia de La Milagrosa.
– Peregrinas: Lo que Dios nos quiere mostrar, él nos habla a través de las personas, y siempre es lindo hablar con gente que está más indefensa por cualquier tema, ya que son como Él, son personas más puras, y podemos aprender mucho de una realidad tan diferente a la nuestra. Además, también queremos ayudar a los demás, aportarles algo de un país que no conocen, esperemos que puedan aprender de nosotros.

JMJ: ¿Las actividades que se desarrollen a lo largo de estos días, sobre todo las mencionadas anteriormente, pensáis que os puedan ayudar en vuestra fe cristiana?
-P: Sí, un montón, será una renovación en la fe cristiana. Vamos a estar entre jóvenes, compartiendo algo muy grande, y de verdad es algo muy esperanzador. Vinimos con la idea de fortalecer la fe y volver con las pilas cargadas para que se note y marcar las diferencias. Vamos a estar en un ámbito en el que todos pensaremos igual, pero después volveremos a la realidad en el que el de al lado tuya no piensa igual y tú debes demostrarle con tus actos la fe que tienes. Además, ilusiona mucho ver a tantísimos jóvenes que se van a reunir en torno a un mismo fin, en torno a Jesús.

-JMJ: La primera actividad con los ancianos, en primer lugar puede chocar porque son personas de distinta edad, con distintas costumbres a vosotras, ¿qué habéis pensado en un primer momento?
-P: Pensábamos que no íbamos a tener nada para darle, con los años que tienen creíamos que no íbamos a poder a hacer nada para entablar la relación, pero al final hemos conseguido lo que necesitaban, y eso era que los escucháramos y atendiéramos desde el primer momento en el que hemos estado junto a ellos. Son personas que se les nota muy puras, ha sido como estar con Jesús en personas.

-JMJ: ¿Qué os pareció el recibimiento que se os dio en la noche del jueves?
-P: No podíamos creer la alegría con la que nos recibieron, con la hora que era esperábamos que todo estuviera apagado, con todo el mundo dormido, pero en cuanto llegamos y nos dijeron “mirad por la ventana” y estaban todos a fuera esperándonos, saludándonos… no imaginábamos tanta dedicación para prepararlo todo: el programa de actividades, los lugares de acogida… A parte, vienes de un viaje largo, estás cansada, no tienes ganas de nada y ves cómo tanta gente que no te conoce de nada te abre sus casas, te abre sus brazos y te acoge, eso te hace ver que de verdad somos todos hermanos, realmente nos sentimos muy cercanos sin conocernos.

-JMJ: Durante el acto de recibimiento se proyectó un pequeño vídeo en el que se intentó explicar brevemente la historia de Alcalá, ¿entendisteis algo más de nuestra historia y costumbres?
-Sí, claro que sí. En general no conocíamos el sitio dónde veníamos, ya que alguna sí sabía que el destino era Alcalá de Guadaíra, pero la información y vídeos que miramos antes de venir eran de Sevilla. La proyección que pudimos ver en el recibimiento nos sirvió para conocer algo de ustedes, un vistazo muy rápido de un sitio que es muy lindo.

-JMJ: Cambiando de tema, ¿cuál podríamos decir que es el papel que juega la juventud en el seno de la religión Católica?
-P: Primero, somos una inyección de alegría y de fuerza que hoy día parece que no hay, ya se ve cómo cualquier grupo de jóvenes en cualquier parroquia le aporta alegría, y el sentir la vida cristiana es la alegría; sabemos lo que nos espera porque vivimos con Jesús. Los jóvenes que participan activamente son increíbles y buenísimos para la Iglesia, aparte de ser un ejemplo. Además -señala Mili-, yo creo que el ser joven es tener esperanza y alegría, así que cualquiera puede ser joven, no sólo nosotros.

-JMJ: ¿Son incompatibles los valores propios de la juventud con el ser creyente? En España, la religión católica se ve cada vez más criticada por numerosos sectores de la población que siempre buscan cualquier resquicio para poner trabas a los cristianos. Un claro ejemplo podría ser la manifestación ‘anti-Papa’ convocada en Madrid el día antes de la llegada del Sumo Pontífice.
-No, rotundamente. Ser creyente es un valor propio de la juventud en sí, ser creyente implica ser alegre, tener esperanza, tener fuerza o ser activo, y estos son valores de la juventud, no hace falta irse a los extremos, ya que esto no es cuestión de estar todo el día en la Iglesia rezando. Nosotros nos divertimos como cualquier otro joven y es totalmente compatible salir, pasártelo bien con tener fe y esperanza.

-JMJ: ¿Qué situación vivís en Argentina?, ¿es muy distinta a la que se vive en España?
-P: Depende del ambiente en el que te muevas, es muy parecido a lo que ocurre aquí. En nuestro caso, todos nuestros amigos y nuestro entorno es creyente, pero por otro lado, como también ocurre en España, hay otra parte de la sociedad no creyente que están a favor del aborto o del matrimonio homosexual. Aun así se toman el ser creyente como una opinión distinta y la aceptan, aunque sí es cierto que a veces se creen superiores a los católicos ya que relacionan la fe con un pensamiento retrogrado que hoy día no se lleva, y a veces por ser católicas creen que nuestras opiniones carecen de valor alguno, al ser más conservador sueltan eso de “pobre, no tienes ideas nuevas”, e incluso nos llaman fascistas. Pero en Argentina hay un gran número de jóvenes que se mueven cada vez que hace falta manifestar una defensa de la Iglesia y de los valores que ésta defiende.

-JMJ: ¿Y por qué razón decidís venir desde Argentina a Madrid para las Jornadas Mundiales de la Juventud?
-P: En primer lugar, en Argentina sí se hacen muchas convivencias de jóvenes y colegios religiosos, pero en una dimensión mucho más chica., y es por eso que cuando el colegio nos planteó para el viaje de ‘egresados’ (viaje de fin de curso) ir la JMJ, además de venir a Europa, que siempre es bueno, y con lo que significa encontrarse con jóvenes de otros lados, no sólo con los de nuestra diócesis o país, y que todos piensan lo mismo, cantar, bailar… Además, hace poco estuvimos en una audiencia con el Papa, fue increíble, y allí mismo nos encontramos en un pequeño patio con jóvenes argentinos, nos quedamos sin voz, y al final tuvieron que echarnos de allí por el escándalo que montamos.

-JMJ: Por último, de la Semana Santa de Sevilla, ¿conocéis algo? Es una ciudad en la que la fe se canaliza a través de la Semana Santa, las imágenes y las hermandades. Quizás es una visión muy distinta a la vuestra, ¿no?
-P: Nos han contado algo, hemos visto alguna imagen de las que llevan en procesión y son lindísimas, nos gustaría poder verlas en Semana Santa, pero será algo muy difícil. Y es cierto que en este sentido si nos parecemos menos, ya que nosotros allí no tenemos con hermandades que puedan realizar una labor de evangelización tan grande como en vuestro caso.

Con esta última pregunta concluye una conversación en la que hemos podido acercar posturas sobre las distintas formas de sentir  y vivir con la Iglesia en Argentina y en España, formas que, pese a todo, no se distancian las unas de las otras.