La Virgen de los Ángeles se trasladará esta tarde a San Miguel
Después de varios años de clausura, en los que el principal amor que la Virgen tuviera fue el cariño silente y sereno de las Hermanas Clarisas, la Virgen de los Ángeles será trasladada esta tarde desde el Convento de Santa Clara y hasta la Parroquia de Santa María y San Miguel, donde recibirá culto a partir de ahora.
Este hecho responde a la donación que el grupo de cofrades propietario de la talla -que esculpiera Salvador Madroñal- hizo a la Asociación Parroquial del Santísimo Cristo de San Miguel, permitiendo así que la Virgen, por fin, reciba culto público en Alcalá.
Así, la Virgen será trasladada a la Parroquia del Campo de las Beatas, comenzando a salir el cortejo del Convento en torno a las ocho y cuarto de la tarde.
El recorrido que se realizará será el siguiente: Nuestra Señora del Águila, Plaza del Duque, Plaza del Perejil, Puente Carlos III, Santo Domingo de Guzmán, Diego de Almagro, Francisco Pizarro, Reyes Católicos, Rodrigo de Triana, Rábida, Pedro de Valdivia, Cuba, Hernán Cortés, Alonso de Ojeda, Bartolomé de las Casas, Bernal Díaz del Castillo, Machu Pichu, Olmeca y Cardenal Amigo Vallejo.
Dos bandas para este día histórico
Participará en el traslado dos formaciones musicales: la desaparecida Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora de los Ángeles, que se ha reorganizado para la ocasión, coincidiendo además con el XXI aniversario de los primeros sones de la formación en Alcalá; y la Asociación Musical Nuestra Señora del Águila, que acompañará a la Virgen desde el Puente de Jesús Nazareno hasta la llegada a la parroquia.
La Virgen será trasladada sobre las andas de Rosario de Nuestra Señora de las Angustias, cedidas por la Hermandad del Perdón, siendo vestida la Imagen por el bordador y vestidor José Antonio Grande de León.
Mañana domingo, besamanos
Un día después de la llegada a la que será su nueva casa, Madre de Dios de los Ángeles permanecerá expuesta en devoto besamanos, momento éste en el que los vecinos del barrio podrán empezar a cimentar la devoción a la que será una de sus protectoras.