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Manuel Seda destaca a Jesús como centro de vida cristiana en el Pregón Nazareno

Este pasado viernes, 2 de marzo, mientras la lluvia y el viento azotaban Andalucía occidental, en la parroquia de Santiago el Mayor, la serena y medida voz de D. Manuel Antonio Seda Hermosín ponía luz cálida y tenue ante los sagrados pies del Señor de Alcalá al pronunciar el Segundo Pregón Nazareno de la Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima del Socorro, recogiendo el brillante testigo dejado el pasado año por D. Vicente Romero Muñoz (hermano predilecto de la Hermandad).

Al final de la solemne Eucaristía de los viernes en honor de Nuestro Padre Jesús Nazareno, todo estaba dispuesto para el comienzo del acto a las nueve en punto de la noche. La interpretación a piano de la marcha “La Madrugá” de Abel Moreno por parte de Andrés Mejido, daba la nota musical de entrada a la presentación del pregonero por parte del oficial de Junta de Gobierno y Archivero de la Hermandad de Jesús, D. Miguel Martínez Barea, quien haciendo gala de una sencillez y elegancia exquisita usó su oratoria para describir la figura y persona de D. Manuel A. Seda Hermosín, subrayando especialmente su gran labor y logros profesionales como Notario en ejercicio así como su profundo amor y devoción a Jesús Nazareno en su vertiente cofrade, haciendo una acertada biografía sonora de la vida y trayectoria del mismo como cofrade y alcalareño, con especial y sentida referencia a la madre del pregonero, Dª Esperanza Hermosín, “Esperancita” en alcalareño, verdadera alma-máter de la familia y sentir cristiano y cofrade del mismo. Todo ello sin dejar de destacar la singladura del mismo como pregonero y conferenciante, o su encarnación como Rey Melchor en la cabalgata de Reyes Magos de Alcalá del año 2016, sin dejar de destacar importantes y trascendentales aspectos de su vida personal.

Tras la presentación, de nuevo el maestro al piano. D. Andrés Mejido interpretaba “Jesús en el Calvario” del maestro José Espinosa, uno de los himnos inmortales de la Hermandad Nazarena y que cada madrugada de Viernes Santo acompaña al paso de la Virgen del Socorro en su camino al Calvario. Tras su finalización, D. Manuel Antonio Seda, se encaminaba al atril situado ante la Capilla Sacramental que alberga a los sagrados Titulares de la Hermandad y a la mayor de sus devociones: Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Con una  oratoria brillante y emotiva, suave y serena, el pregonero fue evocando a lo largo de su pregón sus vivencias como hermano y nazareno de Jesús, y su profundo sentimiento cofrade y alcalareño, dejando claro desde el comienzo que “venimos a pregonar a Jesús”, destacando la devoción a Jesús como centro de nuestra vida cristiana, y evidenciando su talla como obra cumbre del escultor e imaginero D. Antonio Illanes Rodríguez, quien hizo de Jesús de Alcalá “el verdadero Cordero Divino”, recordando que venía a “pregonar a Dios”, demandando su ayuda y mediación divina para este envite en el preámbulo de su pregón.

Seguidamente, el pregonero continuó disertando sobre la Hermandad de Jesús, dando gracias al Hermano Mayor D. Vicente Romero Gutiérrez por su designación, así como al presentador y a su familia por su incondicional apoyo, siempre. Hizo balance del recorrido diario de la Hermandad en su día a día y a través de su historia, destacando de forma especial la gran labor que diariamente se lleva a cabo a través del Centro de Recursos Infantiles “Ropero del Socorro” a favor de los más necesitados de Alcalá, recordando que las Hermandades ejercen “La Caridad” frente a otros términos como solidaridad. Pues la Caridad, que es mucho más, es darse a los demás desde nuestra convicción de cristianos. Es poner en marcha el reino de Dios anunciado a los pobres. De su dedicación al Ropero, destacan los siguientes versos:

La Virgen tiene un joyero

Labrado con perlas finas,

Donde sus manos divinas

Se posan con sumo esmero

Por nombre lleva “el ropero”

Y por lema la caridad

Como protestación de amor,

En silencio atronador

Y es orgullo de la Hermandad.

 

El ropero es alegría

Derramada desde la Cruz

Envuelta en radiante luz

Encendida noche y día.

Alegra su rostro María

Contemplando esta labor

Que es silencio y es clamor,

Delicadeza y esmero

¡Bendito sea el ropero

Abierto siempre por amor!

Con estos sentidos versos, el pregonero arrancaba la primera tanda de aplausos de un público asistente, atento a la alocución nazarena del mismo.

La parte central del pregón se centró en la Cuaresma y en la cofradía. De la Cuaresma destacó que lo que más emoción le proporciona es el Traslado de Jesús al altar de Quinario; y la cofradía la dividió en tres tiempos esenciales: Madrugada silente, la amanecida con la tensa subida al Calvario precedida del Prendimiento en el puente, el cual relató con especial énfasis; y la mañana, vuelta triunfante y contenida entre lluvia de pétalos a la Virgen y marchas gloriosas que preludian la pronta Resurrección.

… Dónde te llevan Jesús

Camino de esa colina:

A darte muerte de cruz,

Tan injusta e inmerecida,

Decretada por sentencia,

Pregonada aunque escrita,

Con torpezas y mala sangre

En una sucia tablilla.

 

… Dónde te llevan Jesús

En la amanecida fría

A morir entre ladrones,

Cumpliendo la profecía.

Dónde te llevan Jesús

Por esas peñas arriba

Cargado con esa cruz,

Tu frente llena de espinas.

Con estos sentidos versos, resumen aquí de una más larga composición a Jesús, el pregonero fue llegando a la parte final del II Pregón Nazareno, el cual, como si de una cronología exacta del discurrir de la cofradía en la madrugada del Viernes Santo se tratase, estuvo dedicado a María Santísima del Socorro: “Socorro de nuestras almas”, “La Luz que nos salva”, con especial y emotiva referencia a un hermano costalero de la Virgen, compañero del pregonero en la realeza mágica de la noche del cinco de enero, describiendo de un modo sublime y recogido la satisfactoria experiencia de compartir costal con su hijo bajo “la Reina de la mañana”, y la no menos emocionante sensación de la retirada definitiva del costal, pero con la satisfacción y el gozo de dejar a su vástago el mayor de los legados, la herencia anticipada de la trabajadera.

Canto final a María Santísima del Socorro para cerrar un bello y sincero pregón nazareno, un canto soñado y escrito a la Hermandad y sus venerados Titulares desde lo más profundo del sentimiento de un hombre lleno de Alcalá y de Jesús Nazareno. Prolongado aplauso en reconocimiento de tan meritorio pregón, y palabras de reconocimiento por parte del Hermano Mayor hacia la persona de D. Manuel Antonio Seda Hermosín, de quien destacó “El haber realizado una radiografía exacta, emotiva y poética de nuestra Hermandad y de nuestra cofradía”.

Para cerrar el acto, D. Andrés Mejido interpretó a piano la marcha “La Cruz al Calvario”, de José Miguel Álvarez, cantada por todos los asistentes para poner broche de oro a una noche inmensa de emoción nazarena. Posteriormente, el pregonero firmó ejemplares editados del II Pregón Nazareno de la Hermandad de Jesús.