Fotografías

Madrugá 2017 – Jesús | Cuando la ciudad se reencuentra consigo misma | Fran Baños

«Olé esos costaleros buenos». Esa es la frase que se escucha cuando sale Jesús Nazareno. Es una Hermandad de negro, de las que podría clamar silencio por cada esquina, pero el pueblo, su pueblo, no lo entiende así. ¿Falta de respeto?, no sabemos, quizás alguien asegure que hace años los aplausos a las levantás no se escuchaban y que todo parte del escaso respeto de los adolescentes. Pero creannos si les decimos que esa voz que se escuchaba en la salida no era la de una chica adolescente.

La Hermandad de Jesús sale en la madrugada del Viernes Santo para hacer, entre tantas cosas, dos labores trascendentales: Cumplimentar la estación de penitencia al Calvario y empujar a la ciudad para que se reencuentre consigo misma, y es que, en una Alcalá que crece y se desborda en nuevos núcleos urbanos, la noche del Jueves al Viernes Santo es ese día en el que los ritos vuelven a darle el sentido de pueblo a lo que a veces dejó de serlo.

Buscar a los judíos en la mañana del Jueves Santo. Subir al Calvario junto al Nazareno. Esperar a las claritas del día en el Puente o zambullirse en la siempre gloriosa vuelta de la Virgen del Socorro por Herreros dan forma a esa lista de acciones que construyen el sentir alcalareño más básico en Semana Santa. Y los que hacen sunar su farol en cada paso que dan por las calles de Alcalá en la madrugada del Viernes Santo, forman parte fundamental de ello.

No se alboroten por los aplausos. Solo ocurre una cosa: Alcalá está siendo Alcalá.

Fotografías: Fran Baños