Noticias

La Virgen del Rosario se encontró con los abuelos de la residencia La Milagrosa dos años después

El pasado domingo, 27 de octubre, tenía lugar el tradicional Rosario de la Aurora de la Hermandad Salesiana del Rosario, una cita especial en la que la Virgen visitaría, dos años después, a los abuelos de la residencia de ancianos La Milagrosa.

Cuando apenas eran las seis y media de la mañana, algo que que unido al cambio de hora hace que el pueblo quede bajo la oscuridad de la noche, sin los rayos de sol de las primeras claras del día, cruzaba el cortejo de la  corporación el dintel de la Capilla de los Salesianos. El cortejo estaba formado por cruz parroquial acompañada de faroles, hermanos con cirio, estandarte corporativo acompañado por cirios, miembros de  la junta de gobierno y presidencia -todos ellos portando cirios-, cuerpo de acólitos y las andas de María Santísima del Rosario.

Exornada casi en absoluto por bellas rosas, destacaba la Virgen vestida para la ocasión con saya y toca de sobremanto de salida así como con manto bordado en terciopelo burdeos que realizara el taller de la Hermandad años atrás. Resaltar  las pinturas de los cirios que alumbraban a la Virgen llevando en dos de ellas el escudo de la hermandad, en otras dos motivos alusivos al Año de la Fe como lo son el logo y la iconografía de la fe; y otros dos alusivos a la congregación de religiosas que visitaban mostrando las dos caras de la medalla milagrosa.

Discurría el cortejo rezando los misterios del Rosario por Calle Mairena, Plazuela, Plaza Cervantes, calle Nuestra. Señora del Águila y allí, casi al final de ésta, se producía el momento esperad:, la Virgen después de dos años en los que su estación de penitencia se había visto frustrada por el agua y había impedido su llegada a la Residencia de la Milagrosa, esta vez  por fin conseguía estar frente a los ancianos. Las caras de los abuelos y de las hermanas mostraban su gozo por tener a su Madre en su casa, y todo ello unido al momento en el que los primeros rayos de sol iluminaban el rostro de la Virgen.

Una vez realizada esta visita la Santísima Virgen discurría de nuevo por el mismo recorrido pero a la inversa continuándose los rezos del Santo  Rosario y acompañado por los cantos del Coro de la Hermandad del Rocío de nuestra localidad.

Una vez regresada a su capilla se rezaron las letanías del Rosario y tras ello comenzó la Santa Misa que también estuvo acompañada por los cantos del Coro del Rocío.

>Ver galería fotográfica de José Antonio García