Entrevistas

«La trascendencia actual de la Borriquita impone una exigencia que antes no existía», Fernando Casal

Acaba de cumplir sus bodas de plata como hermano de la Hermandad de la Borriquita, y llega al cuarto de siglo estrenándose en su nuevo cargo, el de hermano mayor. Fernando Casal se muestra con ganas e ilusión para enfrentar una nueva etapa dentro de la cofradía, un nuevo tiempo en el que quiere que la juventud juegue un papel primordial en el seno de la corporación y cuyas raíces entroncarán con la labor de caridad.

-¿Qué supone para usted ser hermano mayor de la Borriquita?

Responsabilidad, liderazgo, y el propio hecho de vigilar los detalles e impulsar todos los proyectos que se marque la junta de gobierno.

-¿Qué le ha motivado a ser hermano mayor?

Son varias cosas. Llevo 15 años en la junta de gobierno, con un bagaje en varios cargos, y creía que era el momento oportuno para dar el paso. En la Borriquita valoramos la juventud, mientras que en otras corporaciones se valora exclusivamente la experiencia, y creo que es importante que la persona que lleve la Hermandad tenga este ímpetu propio de la juventud.

-¿Por dónde pasa la Borriquita del futuro?

El futuro de la Hermandad pasa por mirar al pasado. Ya no somos una de las cofradías nuevas, y tenemos una solera que hemos adquirido con nuestra historia, que será mejor o peor, pero que es la que nos determina en la actualidad. La Borriquita ya no está en una posición solo de hacer y crecer, también tenemos que conservar, no solo en lo material, sino que hay que añadir lo cultual y formativo, seguir la senda marcada en los últimos años.

-¿Cuáles son las claves de la nueva junta de gobierno?

Dividiéndolo en varios aspectos: en lo patrimonial el camino está trazado, dejando los pasos terminados; en cuanto a los hermanos, trabajaremos muchísimo en la participación de los jóvenes y los niños; impulsaremos el Proyecto Bondad, poniéndolo en valor y dando a conocer una labor muy desconocida; y respecto a la formación, estamos no solo formando a nuestros hermanos, sino que la Hermandad ha conseguido surtir de formadores a la propia Parroquia.

-¿Tiene más responsabilidad usted que el hermano mayor de hace una década?

Sí, sin duda, y el que venga detrás de mí tendrá aún más responsabilidad. La trascendencia actual de la Borriquita impone una exigencia que hace años no existía. A mayor crecimiento, mayor exigencia, es por ello que la corporación ahora se dotará de auxiliares y equipos de trabajo, no apoyándose solo en la junta de gobierno para ejecutar ciertas actuaciones.

-¿Por qué dice que ahora tiene mayor trascendencia la Borriquita?

Hemos conseguido, en poco tiempo, pasar de los 700 a los 1000 hermanos, y la principal intención es mantener esos números. Además, el principal indicador de que la Borriquita tiene mayor trascendencia actualmente se refleja en que cada Domingo de Ramos la participación en la cofradía está en torno a los 700 hermanos, dando como resultado un porcentaje altísimo.

Otro detalle se refleja en que antes éramos nosotros los que mirábamos a otras hermandades para buscar referencias, y ahora hemos invertido esa situación, ya que constatas que son otras cofradías las que se fijan en ti o te piden enseres para sus cultos, por ejemplo.

Y por último, la consecución de planes de comunicación muy avanzados, la creación de exposiciones con buena crítica por parte de los expertos como la que se instaló en torno a la figura de Gabriel Cuadrado por el 25 aniversario del Cristo de la Bondad o la de la presentación del techo de palio, o, en otro ámbito, el movimiento de la masa social del barrio en cada Velá, son detalles que te hacen pensar que hace años la Borriquita probablemente no hubiese sido capaz de abordar con tan buenos resultados.

-La juventud, ya comentada, es un pilar fundamental de la Hermandad, ¿pero y la caridad?

El Proyecto Bondad será el principal sujeto de actuación al que dedicaremos todo nuestro esfuerzo, un proyecto centrado en la atención de los niños atendidos por Cáritas. Nuestra intención primera no será la de cubrir necesidades físicas de las familias, sino que el deseo es conseguir enseñar ciertos valores y claves para la educación y la formación que logren que los niños aprendan a encauzar sus vidas de la mejor manera posible.

-El Vía Crucis de las Hermandades llegará con usted al frente

El 2017 está marcado en el calendario, y tenemos la responsabilidad de igualar, al menos, lo que conseguimos hace diez años cuando el Señor de la Bondad presidió el Vía Crucis de Alcalá.

Pero no será ese el único hito en los próximos cuatro años, sino que en 2016 cumpliremos el décimo aniversario como  Hermandad Sacramental, y buscaremos la manera de hacer notar que la Borriquita es la Sacramental de San Agustín, aunque huiremos de grandes actos extraordinarios.

-La línea en cuanto a estrenos materiales viene ya muy trazada…

Totalmente marcada y ese será el camino a seguir. Por ejemplo, se ha logrado, en cada paso dado, dotar de mayor calidad al paso del Señor. Esto significa que a la magnífica talla del alcalareño Manuel López se le ha añadido un buen dorado de los artistas también afincados en Alcalá, Abel y Justi, y rematado con la imaginería de Encarnación Hurtado.

Pero en el palio también está el proyecto marcado. Tendremos que rematar con unos nuevos varales el paso de la Virgen, entendiendo que el cambio será por necesidad al ser elementos básicos de sustentación del techo de palio.

Y no solo habrá que crear, sino que hay que conservar. Miraremos la mejora de insignias de la cofradía, o la restauración de las imágenes secundarias del paso de misterio.

-¿Cómo te gustaría que te recordaran los hermanos?

Mi objetivo será equivocarme lo menos posible. Quiero ser un hermano mayor que cumpla con los objetivos marcados, y que responde a las expectativas de los que confiaron su voto en mí.

-Por último, ¿un momento del Domingo de Ramos?

La entrada, momento en el que la tristeza de que todo ha acabado se mezcla con la alegría de haber disfrutado de la estación de penitencia, y todo mientras saludas a tus hermanos. Es lo más especial del Domingo de Ramos.